jueves, 1 de octubre de 2009

75 ANIVERSARIO

Sucedió el 7 de octubre de 1934. Siete jóvenes seminaristas fueron detenidos por los "rojos" en un sótano de la zona de Santo Domingo de Oviedo, donde se habían refugiado al estallar la revolución.

Custodiados por los fusileros en dirección a San Lázaro, les ordenan detenerse; y uno de los que mandaban se puso en frente del primero, a unos cinco metros, y Zurro - que así se apellidaba el seminarista-, al ver que iba a disparar, gritó:


"¡Viva Cristo Rey! ¡ Viva España Católica!"


Comienzan los disparos y caen mortalmente heridos los tres primeros. El asesino disparó sobre el cuarto que cayó junto a sus compañeros. Siguieron disparando y cayeron los otros tres. El último, el más joven, Juan Castañón, tenía 17 años. Finalmente fueron rematados a golpes y tiros. Terrible muestra del martirio de tantos inocentes.


"Me declaro culpable ante mi conciencia, ante el Partido Socialista y ante España, de mi participación en el movimiento revolucionario de octubre. Lo declaro como culpa, como pecado, no como gloria."


Así declaró en 1942, Indalecio Prieto, dirigente socialista. (Citado por Esteban Greciet en su reciente obra "Preludio de fuego")

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.